La actividad económica y la inversión industrial pueden fomentarse en las zonas industriales. Estas son diseñadas para facilitar el establecimiento de empresas y la instalación de infraestructuras específicas. Con el fin de atraer inversiones y crear empleo en la zona, los gobiernos y las autoridades locales suelen ser los responsables del desarrollo y la gestión de estas zonas. Sin embargo, en muchas ocasiones se cuenta con proyectos de inversión privada.

Las empresas pueden aprovechar las economías de escala y las sinergias al estar cerca unas de otras en las zonas industriales. De este modo, las operaciones son más eficientes y competitivas al permitirles compartir recursos, acceder a una fuerza laboral especializada y reducir los costos logísticos. Además, en estas áreas se pueden encontrar infraestructuras como carreteras, energía, suministro de agua y servicios públicos esenciales.

Con el fin de proteger el medio ambiente y la calidad de vida de las comunidades aledañas, las zonas industriales están sujetas a reglamentos y normas. Por esa razón, las industrias que se instalen en estas zonas están obligadas a cumplir con las normas ambientales, de salud y seguridad laboral.