El ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, dice que no se debe menospreciar haber conseguido estabilidad macroeconómica, pues esta finalmente es la que permite el cierre de las brechas en el país.
En ese sentido, Carlos Casas, decano de la Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, señaló que desde el año 2000 la evolución de la economía peruana ha sido significativamente buena. Y que hemos apreciado un crecimiento de 150% del PBI en términos reales. Lo que ha permitió aumentar los ingresos de la población y reducir la pobreza. Y además se elevaron los ingresos fiscales.
Por su parte, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), comentó que el período de mayor crecimiento económico se ha dado en las últimas dos décadas. El país es incluso el de mayor crecimiento promedio en América Latina.
“Como se le mida en los últimos 20 años, cualquier indicador económico va a reflejar la mejora en la calidad de vida de los peruanos, aunque todavía hay varios pendientes con algunos grupos no menores”, refirió.
Según reportes del INEI, a fines de 2001, informó Perú 21, el 54.8% de la población nacional se encontraba en situación de pobreza. Desde entonces, este índice se fue reduciendo hasta 2016 (20.7%). Al 2019, la cifra se ubicó en 20.2%.
Para Macera, desde 2014, el crecimiento del país “ha bajado significativamente”, lo que ha impedido que se continúe con el cierre de diferentes brechas.
“Si algo se tiene que ajustar, apuntaría a la gestión pública, que ha demostrado tremendas deficiencias en diversos aspectos”, comentó.
Mayor dinamismo
Ambos economistas indicaron que los rubros que mayor destaque han tenido desde el inicio de siglo son minería y agroindustria.
“Estos rubros estuvieron en un círculo virtuoso de crecimiento de empleo, de ingresos de las personas y de la caja fiscal y demás, explicado principalmente por la inversión privada. Esta es la que da empleo adecuado”, afirma Casas.
Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, destaca que solo en la última década los proyectos del sector aportaron con más de US$30,000 millones al país.
El reto, añade, es aprovechar este contexto donde las expectativas sobre los precios de los metales, como el cobre, el principal producto de exportación peruana, son altas.
“Tenemos una cartera de 49 proyectos por más de US$59,000 millones, lo que permitiría duplicar nuestra producción”, puntualizó.
Fuente: Rumbo Minero